Ya habíamos hablado anteriormente del caso de Estonia como un punto de referencia en lo que se hace en términos de Gobierno Digital y atención a sus ciudadanos. Hoy el sitio Information Policy nuevamente hace notar el caso a partir de una presentación del Presidente del Gobierno Estonio, Toomas Hendrik Ilves, junto con colaboradores especialistas del tema, dieron en la sede del Banco Mundial.
El modelo de Gobierno Digital de Estonia es un modelos da fábrica de datos descentralizado bajo la premisa de “sólo una vez” o “unicidad registral”, donde un elemento de información particular acerca de un ciudadano sólo se solicita una vez y se conserva por la agencia que lo requirió.Con esto el ciudadano no necesita dar esta información cada vez que hace un trámite gubernamental, porque esta se mantiene en archivo y se liga de manera transparente solo cuando es necesario. Con este modelo las transacciones son más rápidas y se pueden hacer s través de cualquier dispositivo digital conectado.
Una de las cosas más importantes de este modelo es que al contrario de otros países, que dada la amenaza real de ataques a conjuntos de datos sensible, suelen generar grandes centros de datos donde guardan toda la información posible de manera centralizada. Bajo este panorama, los atacantes pueden concentrar todos sus esfuerzos en un objetivo claramente definido y único. En el caso estonio la información al estar almacenada distribuidamente, donde cada agencia guarda sólo una pequeña pieza de la información, un punto de falla (recordemos que todos los sistemas tienen uno, en todos los casos) no da acceso ni compromete información altamente sensible e integrada de una o miles de personas, con lo cual sólo se podría obtener acceso a un monto muy limitado de información.
El gobierno estonio reconoce que este modelo fue obra del ingenio ante la falta de recursos, pues en un principio se intentó seguir el modelo del gran centro de datos, pero la inversión requerida para mantener este centro de datos masivo, se enfocó en desarrollar una red de datos tolerante a las fallas. Con el tiempo esto demostró que generaba considerables beneficios y se estableció como parte del plan de largo plazo de la estrategia del Gobierno Digital.
Hoy Estonia gasta sólo 63 millones de dólares al año en todo su sistema de gobierno digital. Comparemos esto con los 700 millones que Estados Unidos de América gastó sólo en el sistema Healtcare.gov.
Adicional a este modelo, Estonia ha desarrollado lo que denominan “Embajadas de Datos”, repositorios remotos de respaldo de la totalidad de registros, almacenados en centros de datos alrededor del mundo, con lo que en caso de una catástrofe natural o humana acabara con todas las instalaciones gubernamentales del país, los datos pueden sobrevivir intactos. Para garantizar la accesibilidad a esta información, Estonia hace uso de la Convención de Viena para conceder soberanía a las embajadas, denominándolas “territorio soberano”. El Presidente hizo notar que esta solución puede ayudar a países con fenómenos sísmicos o inundaciones.
Como pasos que también otros países pueden seguir, se destacó el desarrollo bajo el concepto “ágil”. Los sistemas de Gobierno Digital de Estonia han sido construidos iterativamente, con un enfoque de piezas que solucionan las necesidades a medida que surgen, por ello Estonia no tiene un “Plan Maestro” que pueda seguirse como mapa de ruta para poder replicar los resultados. Sin embargo el código de los sistemas es abierto y las empresas privadas comercializan y redistribuyen el código a otros gobiernos alrededor del mundo.