En los últimos años, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han sido factores detonantes del desarrollo económico, la educación y las buenas prácticas dentro del sector público.
Sin embargo, en México como en muchos otros países de Latinoamérica, la corrupción ha dado una percepción errónea a la inversión en esta área, cuando debería ser la tecnología una de las armas más fuertes en contra de ella y una fuente de ahorro gubernamental importante.
Las TIC y el desarrollo de la gobernanza electrónica pueden ayudar en la lucha contra la corrupción y el dispendio gubernamental. Con esto en mente, es importante notar que la inversión en tecnología en gobierno es una tendencia mundial imposible de evitar, ya que los ciudadanos exigen servicios en los cuales se tenga la mayor simplicidad y rapidez posibles.
Para México hay un largo camino que recorrer, tomando en cuenta los retos de privacidad, seguridad, organización, soporte, resistencia al cambio tecnológico, barreras sociales, brecha digital, falta de personal calificado y presupuesto económico, así como una serie de aspectos básicos para un posible proyecto de Gobierno Electrónico mexicano.
1. Educación y capacitación
Los modelos educativos más avanzados y exitosos a nivel mundial (Finlandia, Estonia, Singapur y Japón), tienen inversiones e interés en ciencia, matemáticas y tecnología, lo que da como resultado las mejores posiciones en el Ranking del Programa Internacional de Evaluación a los Alumnos, mientras que México se posiciona en el lugar 13 de los más bajos.
Es necesario fortalecer el sistema educativo en el ramo tecnológico, para así crear una capa de servidores públicos capaces de entender cómo las herramientas de las TIC afectan de manera profunda la interacción social y personal, desarrollar estrategias, proponer y desarrollar iniciativas de innovación basadas en las TIC y, posteriormente, mantener los sistemas y plataformas digitales compitiendo con la iniciativa privada.
2. Aprovechamiento de códigos abiertos
En los últimos años las diversas aplicaciones basadas en software de código abierto han causado gran interés en los gobiernos debido al hecho de ser de acceso gratuito y contar con la posibilidad de adaptación o modificación para satisfacer necesidades específicas de las agencias gubernamentales.
En México, el software de código abierto podría representar un buen recurso para un gobierno con intenciones de recortar presupuesto, sin embargo, el país no cuenta con la masa crítica de una industria y personal capaz de mantener los proyectos basados en esta opción, ya que, como cualquier software, esta necesita constante manutención y mejora.
3. Integralidad de la agenda digital
Sin duda, una de las grandes problemáticas en cuanto al desarrollo sustentable del Gobierno Electrónico en nuestro país es la autonomía en gestión de proyectos de cada dependencia, en todos los niveles. Esta independencia crea un universo de proyectos de Gobierno Electrónico ajenos los unos a los otros, inconexos y en ocasiones, incompatibles.
Debe haber un cambio organizacional que propicie un contexto normativo adecuado a las dependencias, que cuente con mecanismos de control administrativo y presupuestario, y que dote de autoridad real a esta oficina o agencia gubernamental para determinar políticas públicas, conducir proyectos y definir un marco de gobernabilidad de las TIC, el cual permita el uso estratégico y armónico en la administración pública.
4. Herramientas contra la corrupción
La implementación y mejora del Gobierno Electrónico a nivel mundial ha sido un factor que ha permitido la disminución exponencial de corrupción debido a diversas aristas y efectos colaterales como la transparencia básica en los procesos, menor intervención de manos en los trámites, cero intercambios de dinero entre ciudadanos y funcionarios, y la generación de procesos automatizados que eviten el traslado de actividades ineficientes de origen o semaforización.
Las TIC tienen influencia en cada aspecto de nuestra vida. Debido a esto, la estructura social está cambiando de manera acelerada, así como la forma de percibir nuestro entorno. El Estado mexicano no puede, ni debe ser ajeno a esta transformación.
El principal reto para el Estado en sus distintos poderes y niveles es entender la magnitud de los cambios que la tecnología representa, y con ello invertir de manera responsable. La finalidad es lograr un desarrollo tecnológico que permee al país entero y que lo sitúe dentro del grupo de los líderes mundiales.
Con información del Aporte al Debate Parlamentario Pilares del Gobierno Electrónico, elaborado por Carlos Iván Vargas Álvarez del Castillo de MUNITECNIA Latam y Especialista en Gobierno Electrónico, y Carlos Castañeda Girón, Director de u-GOB, que fue publicado en septiembre 2018 por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Consúltalo completo aquí.