El uso apropiado de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) es uno de los principales habilitadores para la construcción de mejores gobiernos. Por eso, los ciudadanos debemos entender el papel que juegan y, a la vez, promover y exigir su uso en los entes públicos.
Un gobierno digital es aquel que utiliza las TIC (GRP y CRM, entre otras) para mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos estatales internos, los cuales vinculan con la sociedad. El beneficio esencial de la digitalización gubernamental es que la información y los datos generados día a día. como resultado de sus funciones sustantivas, son almacenados en medios digitales, lo que permite que sean compartidos y analizados interna y externamente de una manera más eficiente que si se tuvieran sólo en papel.
Cuando estos datos son producidos con ciertas características y atributos, el resultado son Datos Abiertos que la Organización de los Estados Americanos (OEA) define así: “una filosofía y práctica que persigue que determinados datos estén disponibles de forma libre a todo el mundo, sin restricciones de copyright, patentes u otros mecanismos de control”.
En otras palabras, se trata de datos que están en un formato adecuado para ser leídos por una máquina y no son propietarios. También son reutilizables, accesibles y tienen una dirección (URL) de acceso permanente; son oportunos, completos, están bien documentados, su origen es primario y cuentan con el mayor nivel de detalle posible.
Un nuevo concepto de gobierno
Si además de los Datos Abiertos el gobierno utiliza herramientas tecnológicas para colaborar y trabajar en red con los ciudadanos (como portales, apps, CRM, cómputo en la nube y redes sociales, entre otras), entonces se fomenta la construcción de un Gobierno Abierto.
Don Tapscott, reconocido teórico y consultor internacional en innovación y tecnología, lo describe como un gobierno que:
- Abre sus puertas al mundo.
- Co-innova con todos, especialmente con los ciudadanos.
- Comparte recursos que antes estaban celosamente guardados.
- Aprovecha el poder de la colaboración masiva y la transparencia en todas sus operaciones.
- No se comporta como un departamento o jurisdicción aislada, sino como una estructura nueva, es decir, una organización verdaderamente integrada que trabaja en red.
Un gobierno abierto es indispensable para la rendición de cuentas y la transparencia, que son dos componentes esenciales en los que se fundamenta un gobierno democrático. Por medio de la rendición de cuentas, el gobierno explica a la sociedad sus acciones y acepta consecuentemente la responsabilidad de las mismas.
Por otro lado, la transparencia abre la información al escrutinio público para que aquellos interesados puedan revisarla, analizarla y, en su caso, utilizarla como mecanismo para sancionar. El gobierno democrático debe rendir cuentas para reportar o explicar sus acciones, así como transparentarse para mostrar su funcionamiento y someterse a la evaluación de los ciudadanos.
Si los funcionarios públicos de todos los niveles rinden cuentas y los ciudadanos no sólo criticamos, sino que también exigimos resultados, nos involucramos y colaboramos en la co-creación de políticas públicas y presupuestos acordes a las verdaderas necesidades de la sociedad, con toda seguridad contaremos con mejores gobiernos y, al mismo tiempo, se construirán mejores lugares para vivir.
En resumen, estos son los cinco componentes que promueven la creación de gobiernos transparentes y confiables a través del uso de las TIC:
- Digitalización gubernamental
- Datos abiertos que están disponibles de forma libre y sin restricciones
- Uso de las herramientas tecnológicas para trabajar con los ciudadanos (Gobierno Abierto)
- Transparencia
- Rendición de cuentas