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Datos Abiertos contra el COVID-19: el caso de Estonia

Datos Abiertos contra el COVID-19: el caso de Estonia

Imaginemos un sistema de salud pública como una oficina corporativa ocupada (prepandémica, por supuesto). La información del paciente, al igual que una secretaria de oficina, fluye entre las salas de reuniones con los profesionales médicos y los pacientes. 

La anterior es una alegoría para hablar de los esfuerzos que Estonia ha realizado en un intento por reducir la distancia física entre estas “salas de reuniones”. Sus políticas de Datos Abiertos han acelerado la respuesta médica durante la pandemia. 

Al respecto, Katrin Reinhold, Directora del Centro de Sistemas de Información de Salud y Bienestar de Estonia (TEHIK), señaló que la mayor ventaja del sector salud en Estonia es que todos los datos sanitarios se recopilan de forma centralizada en el sistema de información sanitaria, creado en 2009.

Y es que las pandemias necesitan de una respuesta de nivel estatal. Por ello, los laboratorios nacionales de Estonia compartieron los resultados de las pruebas COVID-19 en tiempo real con su sistema central de información, permitiendo a médicos y pacientes consultar de manera inmediata la descripción general de los resultados de las pruebas en un portal en línea. 

El hacer públicos los datos del sector salud permitió a los institutos de investigación, los medios de comunicación y el sector privado hacer uso de ellos en busca de una solución. Asimismo, TEHIK compartió las estadísticas cruciales con la Junta de Salud de Estonia a través de dicho sistema centralizado, incluyendo datos sobre hospitalizaciones, recuperaciones, muertes y detalles de contacto de los pacientes.

Sin embargo, Estonia no es nueva en el intercambio de datos sanitarios. Como se mencionó anteriormente, estableció el Sistema de Historia Clínica Electrónica de Estonia (HCE) en 2009, que gestiona todos los datos del país. Cada ciudadano que ha visitado a un médico tiene un registro de salud electrónico en línea.

Por otro lado, el sistema de salud central está integrado con otros servicios públicos de TI para aumentar la comodidad de los ciudadanos. Además, estandariza los datos entre diferentes proveedores de atención médica, lo que permite a los médicos acceder a información urgente, como el tipo de sangre o las alergias, en caso de emergencia. 

Tecnología centrada en el paciente

Estonia ha diseñado sus servicios para poner a los pacientes en el centro. Los ciudadanos pueden acceder a sus registros médicos simplemente iniciando sesión en un portal web con una tarjeta de identificación electrónica. Esto elimina la necesidad de lidiar con complicados procedimientos administrativos. 

“Los datos de salud le pertenecen a los pacientes”, afirma Reinhold. Por eso los ciudadanos pueden controlar qué médicos tienen acceso a su información, lo que ayuda a fomentar un mayor sentido de confianza con los profesionales sanitarios.

Asegurar la medicina personalizada

TEHIK también ha priorizado la seguridad, en particular para sus datos genéticos. Estonia es el único país en el mundo donde se dispone del conocimiento de casi el 20% de los datos genéticos de la población. Así pues, la información genética es sensible y juega un papel importante en el desarrollo de planes de prevención y tratamiento personalizados. 

La seguridad es especialmente importante para mantener la confianza del público en el sistema de salud y, conscientes de ello, utilizan tecnología Blockchain para garantizar la integridad de los datos. 

Finalmente, Estonia sabe que el Blockchain será igualmente importante para asegurar los certificados de vacunas de la nación. Por ello, la plataforma VaccineGuard, que ejecuta en esta tecnología, emitirá certificados de vacuna COVID-19 seguros e internacionalmente verificables.

 

En coautoría con:

Yun Xuan Poon

Editora Adjunta en GovInsider

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