La IA generativa está experimentando un avance significativo y se espera que se aplique de manera tangible en diversos sectores este año. Las capacidades de la GenAI están madurando, especialmente en áreas como la creación de contenido, el desarrollo de software y el análisis de datos. En Australia, el gobierno ha formado un comité político de IA para supervisar la implementación de estas tecnologías.
Se estima que la IA tiene el potencial de agregar entre 1 y 4 billones de dólares a la economía de Australia en la próxima década, lo que impulsaría significativamente el PIB anual del país. Sin embargo, también se espera que la GenAI provoque una transición de 1.3 millones de empleos en Australia para 2030.
En el sector público de Australia y Nueva Zelanda, ya se está utilizando IA para agilizar los procesos administrativos y mejorar los servicios públicos. Por ejemplo, el Gobierno de Queensland utiliza una herramienta de IA para prever la demanda de recursos hospitalarios y reducir los tiempos de espera de los pacientes. También se están desarrollando iniciativas en sectores tradicionales como la agricultura, la ganadería y la industria manufacturera.
Sin embargo, la implementación de soluciones de IA a gran escala presenta desafíos y riesgos. Entre ellos se encuentran los intereses de las partes interesadas, la gobernanza, la privacidad y la seguridad de los datos, los altos costos de implementación y los riesgos éticos. Además, la falta de profesionales cualificados y la infraestructura de TIC existente pueden limitar la capacidad de implementar tecnologías de IA de forma exitosa.
Para maximizar el valor de la IA y equilibrar los riesgos, se sugiere que los organismos públicos comiencen poco a poco y limiten el acceso y las capacidades en un principio. También es importante mejorar la calidad de los conjuntos de datos, tomando en cuenta la diversidad y la calidad de los datos de entrenamiento. Además, se deben desarrollar estrategias de mitigación para abordar problemas éticos y operativos.
En resumen, la IA generativa se está aplicando en diversos sectores en Australia, lo que tiene el potencial de transformar la economía y mejorar los servicios públicos. Sin embargo, existen desafíos y riesgos que deben abordarse para garantizar el éxito de estas tecnologías.
