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Una empresa digital se construye con nativos digitales

Los grupos bancarios tradicionales que están migrando a la nube se enfrentan a retos específicos de este sector. Cuentan con muchos profesionales con experiencia que, sin embargo, quizá no entienden completamente los requisitos básicos para trabajar y competir con éxito en este nuevo entorno.

Para entender estos retos, no hay más que comparar a las instituciones bancarias tradicionales con los nuevos bancos digitales, las fintechs y las startups que están revolucionando el mercado, aunque su éxito no siempre sea duradero. Más que su oferta de servicios, lo que caracteriza a estas empresas es que son nativas de la nube. Las personas que las han creado y trabajan en ellas se han formado en la nube y han aprendido a trabajar en ese entorno, es decir, su cultura está alineada con los principios y valores del ecosistema digital.

El hábitat natural de estos profesionales nativos digitales es la nube. Es el único espacio de trabajo que conocen o que les interesa conocer, aunque esta forma de trabajar no lo es todo. Los métodos y la cultura que los bancos y las aseguradoras han desarrollado a lo largo del tiempo tienen su razón de ser. La tradición y la cultura que los respaldan representan seguridad, fiabilidad y valores éticos.

No se trata de perder esas virtudes, sino de aceptar que es necesario encontrar la manera de unir esas prácticas de trabajo tradicionales con la cultura de la nube para poder progresar. En este sentido, existen cuatro recomendaciones básicas.

Haz que tu empresa sea atractiva para los nativos digitales

Necesitas atraer a las personas adecuadas, algo que no se consigue a menos que tu empresa les resulte atractiva. Los nativos digitales tienen una idea preconcebida de lo que supone trabajar en un banco, y es algo que normalmente no les resulta interesante.

Por contra, los grupos bancarios constituyen la base necesaria para toda actividad económica, incluida la creación de empresas innovadoras e interesantes. Entonces, ¿por qué los bancos no son los lugares de trabajo más interesantes para los nativos digitales? Para responder a esta pregunta, es necesario que te detengas a examinar la cultura de tu empresa, las señales que envías al mercado y los puntos de contacto con potenciales empleados.

Y lo que es más difícil: tienes que querer cambiar de verdad. Tienes que hacer un gran esfuerzo para entender a los nativos digitales y respetar sus prioridades. No son ellos quienes deben adaptarse a tus normas, eres tú quien debe trabajar para ajustarte a las suyas.

Busca a personas diferentes

¿A quién quieres contratar? ¿A profesionales diligentes, trabajadores y competentes que sigan instrucciones y cumplan con los procesos y procedimientos establecidos? Seguramente sí, pero también necesitas otro tipo de empleados.

Por lo general, los nativos digitales tienen lo que se conoce como “perfiles T”. Este concepto es una metáfora en la que la barra vertical de la letra T representa las habilidades en un campo particular y la barra horizontal representa habilidades y conocimientos transversales. Son personas curiosas, que siempre buscan nuevas oportunidades y nuevas formas de hacer las cosas. Para ellas, el mundo virtual es una fuente casi infinita de posibilidades, y para ti eso significa nuevas e interesantes oportunidades siempre que sepas seleccionar a las personas adecuadas.

Plantéate otra forma de organizar y gestionar los equipos

Este es el siguiente paso. La transición a la nube supone desarrollar una organización de “geometría múltiple”, en la que los profesionales contratados tienen que trabajar con partners (habituales u ocasionales) del ecosistema. También implica relacionarse con empresas más pequeñas que aportan ideas innovadoras, ofrecen soluciones novedosas y contribuyen a agilizar el desarrollo de nuevos productos.

Pero, ¿cómo va a funcionar este nuevo modelo de organización? En lo que se refiere a la cultura corporativa, como ya sabemos, los grandes grupos bancarios están acostumbrados a hacerlo todo internamente. Sin embargo, los días en los que contrataban a varios miles de desarrolladores de software han quedado atrás, y eso también es bueno.

La nube permite centrarte en lo más importante y acceder de forma ágil a otros recursos, capacidades y partners siempre que lo necesites. Sin embargo, es clave recordar que el centro de estas interacciones creativas, al igual que pasa con los cambios, son las personas.

En este sentido, las principales dudas que surgen al respecto son: ¿cómo puedes estructurar tu propia organización para que las personas se sientan valoradas y respetadas, y se integren desde el primer momento en equipos de alto rendimiento? ¿Cómo gestionar estos puntos de contacto? ¿Cómo integrar diferentes culturas, puntos de vista y formas de trabajar?

Estos cambios ponen en jaque todo lo que creías saber sobre la gestión organizacional. Por este motivo, es importante que tu equipo de gestión comprenda la naturaleza de estos retos y sea capaz de afrontarlos.

Mantén la mente abierta

La pregunta más importante que debes hacerte en relación con las personas es esta: ¿estás preparado para afrontar un proceso de cambio continuo? Has de responder con honestidad. Todas las empresas dicen que les gusta el cambio, pero la verdad es que para la mayoría de las personas no es así. Gestionar el cambio es un trabajo duro. Llega un momento en el que te gustaría detener los cambios, pero eso no es posible porque siempre se presentan nuevos retos. Ante esta coyuntura, debes preguntarte si estás realmente dispuesto a enfrentarte a ellos.

En definitiva, la nube no es solo tecnología. Es actitud, energía, curiosidad, empatía, comunicación, creatividad… Es lo mejor de nuestra naturaleza humana. La nube es ahora nuestro hogar, y debemos asegurarnos de que es un hogar donde nos encontremos cómodos.

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