Hoy en día la tecnología se encuentra en constante evolución, la incursión de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), a nivel global ha generado un impacto realmente significativo y esto nos ha dado como resultado la convergencia tecnológica. En la actualidad cualquier dispositivo capaz de procesar información y traducirla a un formato digital puede formar parte de una red de datos que permita el flujo de la información y el acceso desde cualquier terminal perteneciente al mismo medio. Por esto, la tendencia marca el camino para enfocar los esfuerzos en realizar el envío simultáneo de servicios multimedia por un mismo canal de transmisión y recepción, con lo que se logra homologar y ofrecer de una forma conjunta el acceso a estos aplicativos, ya sea por medio de la tecnología Ethernet o Wi-Fi.
Ante este panorama es de vital importancia tomar en cuenta el aumento en las necesidades de velocidad, ancho de banda y direccionamiento que se requieren para lograr mantener una señal segura y con calidad en el servicio, con la capacidad de garantizar el envío y recepción de la información en las redes.
Actualmente se trabaja en Redes de Siguiente Generación (Next Generation Networking, NGN) y dentro de éstas, podemos tomar en cuenta las redes con el protocolo MPLS (Multiprotocol Laber Switching), desarrollado por la IETF (Internet Engineering Task Force), la cual vino a sustituir el Frame Relay y el ATM. MPLS nos ofrece la posibilidad de administrar grandes cantidades de información, debido a que dentro de sus prestaciones y como su nombre lo dice, nos permite manejar paquetes de datos debidamente etiquetados y separados, lo que nos da la posibilidad de enviar paquetes de información multimedia de diferentes tipos sin ocasionar problemas entre ellos, ya que el trafico viajará por este medio debidamente tipificado. Por otra parte se puede mencionar que MPLS utiliza servicios de QoS (Quality of Service), con lo que obtenemos la opción de priorizar el tráfico de la red y designar anchos de banda dependiendo de los aplicativos que estemos enviando, lo que nos permite garantizar cierto nivel de rendimiento para el flujo de la información.
Otro de los factores que vale la pena tomar en cuenta, y que se ha generado a partir de la convergencia tecnológica, es el crecimiento desmesurado en los dispositivos con la capacidad de conectarse a una red. Este aumento ha generado una mayor demanda de direcciones IP (Internet Protocol). Actualmente el protocolo más utilizado es el IPV4, el cual se apoya del estándar NAT (Network Address Translation) como una medida para realizar un trabajo más eficiente y para incrementar sus prestaciones. NAT utiliza el estándar PAT (Port Address Translation), el cual permite que una sola dirección IP sea utilizada por un mismo dispositivo de ruteo y con el uso de una IP externa puedan responder hasta ~64,000 direcciones internas de una red, mediante el cual se puede tener un amplio número de dispositivos conectados capaces de compartir información multimedia. A pesar de esto, el uso del protocolo IPV4 se vuelve cada vez más complicado, ya que como se comentó, el incremento de los dispositivos está causando que las prestaciones de este se queden cortas de acuerdo a las necesidades que exigen las nuevas comunicaciones.
Como solución a este panorama, IPv4 será sustituida por el protocolo IPV6, que ofrece una mayor cantidad de prestaciones de direccionamiento; es importante mencionar que actualmente algunos sistemas ya se encuentran trabajando bajo este protocolo No sería extraño que en un futuro no muy lejano IPV4 dejara de estar vigente.
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