Las estadísticas de todas las consultoras especializadas en indicadores de uso de Tecnologías de la Información lo están diciendo: cada día que pasa, el procesamiento de datos se mueve con mayor frecuencia hacia la nube. Motores de bases de datos lo realizan mediante plataformas como PaaS (Plataforma como Servicio), o bien, con máquinas virtuales a través de IaaS (Infraestructura como Servicio), en donde se está ampliando el abanico de sistemas operativos disponibles, y software como Servicio (SaaS), en el cual un gran número de aplicaciones están disponibles en la nube. Como todas las tendencias que se presentan a lo largo del tiempo, van creándose nuevos conceptos como servicios, es decir, ahora escuchamos Firewall como Servicio (FWaaS) y Comunicaciones como Servicio (CaaS), entre otros.
La nube ha llevado a que un puñado de empresas poderosas absorban este mercado, convirtiéndose también en los grandes consumidores de hardware, como servidores, switches y sistemas de almacenamiento, los que están concentrados en grandes centros de datos, con estándares de seguridad y cumplimiento que serían inalcanzables para la mayoría de las empresas e instituciones en el mundo, debido al nivel de inversión en infraestructura requerida y por los recursos humanos que diseñan, implementan y soportan.
Algunas de ellas fabrican sus propios equipos, lo cual provoca que los fabricantes tradicionales reduzcan significativamente sus ingresos por hardware a nivel Enterprise, y los obliga a reaccionar de forma drástica, ya que recientemente hemos visto que poderosas compañías venden sus áreas de servidores u otras, separándose en varias empresas especializadas. Esto ocasiona que se transformen de empresas de hardware a empresas de servicios, aunque otras han optado por integrar en sus portafolios prácticamente toda la cadena de hardware, software y servicios. Dichos cambios seguramente continuarán hasta encontrar su punto de estabilidad.
Primeros temores y soluciones
El hecho de que sólo algunos proveedores concentren la mayor parte de las nubes públicas ha implicado preocupaciones y reservas en países como el nuestro, ya que la mayoría de los centros de datos no se encuentran en nuestro territorio y, aunque estuvieran ubicados en México, la administración es llevada a cabo a nivel global por grandes corporativos.
Específicamente en el mundo gubernamental, existen ciertas reglas ambiguas que dan pie a que varios consultores interpreten que sí es posible utilizar la nube pública. Por eso, algunas instituciones gubernamentales han optado por usar sistemas de correo electrónico y sistemas de colaboración basados en la nube. Sin embargo, otros interpretan que todavía no es posible y deciden no utilizar estos servicios, aunque repercuta en un mayor gasto en los presupuestos de infraestructura y operación.
¿Qué están haciendo los proveedores de nube y los fabricantes de software para sostener que la información almacenada en la nube pública no puede ser utilizada más que por los legítimos dueños de ella? La respuesta nos lleva a la integración y el cifrado de los datos desde el origen del sistema operativo.
Las nuevas versiones de algunos fabricantes de tecnologías incluyen características muy interesantes que permiten crear máquinas virtuales cifradas. Otros proveedores tienen disponible el cifrado de algunos sistemas operativos desde el hypervisor (monitor que permite aplicar diversas técnicas de control de visualización para utilizar distintos sistemas operativos). También existen aplicaciones que ayudan a cifrar sistemas de correo o colaboración en la nube. En todos estos casos, las llaves sólo están disponibles para el dueño de la información.
Con estos servicios de cifrado disponibles hoy en día, es más factible que las instituciones gubernamentales de nuestro país confíen en la nube pública y aprovechen las ventajas que ésta otorga.
Con la mirada hacia el futuro
La nube no es la panacea, ni la solución a todos los problemas de los departamentos de Tecnologías de Información en gobierno. Sin embargo, pueden obtener beneficios tangibles como fácil implementación, disminución de tiempos de caídas de los servicios y costos anuales muy claramente definidos, que facilitan la entrega de presupuestos anuales.
Otro atributo que la nube proporciona a los departamentos de TI es optimizar tiempos y recursos destinados a diseñar nuevas soluciones que están enfocadas en la mejora y el aumento de la productividad de sus colaboradores.
Hoy en día, los directores de TI en nuestras instituciones gubernamentales pueden analizar, de una forma eficaz y rápida, las nuevas características y ventajas que proporciona el uso de la nube pública. Gracias a ésta, es posible migrar y actualizar de manera segura a versiones más recientes. En pocos años, esta tendencia de “infraestructura virtualizada” será una realidad y el modo más eficaz de tener un centro de datos con el mejor rendimiento, seguridad y escalabilidad.