Mucho se ha hablado del crecimiento de los datos durante las últimas dos décadas, tiempo durante el cual su creación se ha acelerado como nunca. De hecho, el 90% de los datos a nivel mundial fueron generados en los últimos dos años. Cabe resaltar que uno de los cambios más sorprendentes es que la mayoría de los datos que se están creando en la actualidad son generados por máquinas y no por personas que utilicen aplicaciones.
Observemos por un instante a los sensores de Internet de las Cosas (IoT) que se utilizan para monitorearlo todo, desde patrones de tráfico y estacionamiento hasta la calidad del aire y la integridad de la infraestructura. Si bien estos sensores generan grandes cantidades de datos, surge la pregunta de si tienen las ciudades la capacidad suficiente para procesarlos, ya que esta información sólo es útil cuando desencadena flujos de trabajo automáticos y la información se difunde en tiempo real, y para eso las infraestructuras de TI deben contar con los componentes adecuados.
A medida que los gobiernos se enfrentan al reto de prestar más servicios con menos recursos, los ciudadanos esperan que las autoridades brinden niveles de servicio a los que están acostumbrados en sus vidas como consumidores. Para que los gobiernos puedan hacer esto, deben operar de manera eficiente y analizar los datos desde su origen. Los datos potencian tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje profundo que están llevando las cosas a un nuevo nivel. Además, permiten a los gobiernos automatizar la infraestructura, lo que a su vez hace posible generar eficiencias, ganando como resultado un mejor servicio al ciudadano.
3 principios para modernizar el almacenamiento
Por otro lado, si bien el volumen de datos no estructurado (como los geoespaciales y sociales) ha aumentado, el almacenamiento creado para albergar esos datos no ha tenido cambios significativos en décadas. El aprendizaje profundo, las unidades de procesamiento de gráficos (GPU) y la capacidad de almacenar y procesar conjuntos de datos muy grandes a alta velocidad son elementos fundamentales para la IA. Las GPU y el aprendizaje profundo son masivamente paralelos, pero la tecnología de almacenamiento legadas no fueron diseñadas para estas cargas de trabajo, sino que fueron concebidas en una era en la cual las expectativas en cuanto a velocidad, capacidad y densidad eran completamente distintas.
La infraestructura actual no se construyó desde cero para implementar una estrategia de datos cohesiva, se construyó con el tiempo (probablemente de proyecto en proyecto), de forma fragmentada, por lo que resulta ser poco ágil. Vale la pena preguntarnos si es momento de considerar una transformación de almacenamiento para las ciudades.
La respuesta es rápida. Sí, se debe considerar y la estrategia a seguir debe incluir la creación de una infraestructura diseñada en función de los datos. Con la finalidad de prepararnos para una nueva generación en la forma de gobernar, las ciudades deben revisar la infraestructura de TI de abajo a arriba, considerando a los datos como principal factor al momento de tomar decisiones clave y centrarse en tres principios esenciales:
1. Consolidar y simplificar
Para impulsar la eficiencia y obtener el máximo potencial de los datos, es necesaria su consolidación y mantenerse alejados de las islas de datos, y, para lograrlo, las ciudades deben centrarse en consolidar las aplicaciones en grandes grupos de almacenamiento y simplificar los tiers de almacenamiento en uno solo. Esto impulsa la eficiencia, la agilidad y la seguridad, elementos que desempeñan un papel fundamental en un gobierno exitoso de nueva generación.
2. Procesamiento en tiempo real
Los datos deben procesarse en tiempo real porque esto hace que las aplicaciones sean más rápidas, el tiempo de acción instantáneo e inmersivo, los empleados más productivos y a los ciudadanos más seguros y satisfechos.
3. Adoptar un almacenamiento bajo demanda y autónomo
El almacenamiento bajo demanda y autónomo representa un cambio de paradigma en términos de cómo concebimos el funcionamiento del mismo. ¿Qué pasaría si el personal que gestiona el almacenamiento pudiera dejar de realizar tareas repetitivas y, en cambio, visualizara su papel como un proveedor de servicios de almacenamiento interno? ¿Qué pasaría si pudieran entregar una infraestructura como servicio, bajo demanda, a cada uno de los equipos de desarrollo de la misma forma en que esos desarrolladores pueden obtener ese servicio de una nube pública?
En lugar de tener que enfrentar un ciclo interminable de resolución de problemas, ¿qué pasaría si el staff responsable del almacenamiento invirtiera su tiempo automatizado y orquestando la infraestructura para que sea autónomo y sumamente ágil? Con la presión que existe para que el gobierno funcione más como una empresa, los cambios deben darse en función de la eficiencia.
Beneficios adicionales
Una arquitectura centrada en los datos simplificará el rendimiento de las aplicaciones críticas, al mismo tiempo que reducirá el costo de TI. Además, dará a los desarrolladores acceso a datos bajo demanda, permitiéndoles completar proyectos en menos tiempo y proporcionando la agilidad requerida para DevOps y el canal para implementar la integración continua y la entrega continua. Asimismo, proporcionará una nueva generación de análisis y funcionará como un hub de datos para potenciar iniciativas de Inteligencia Artificial.
En resumen, una arquitectura centrada en los datos dará a las ciudades la plataforma que necesitan para mantenerse a la vanguardia de las tecnologías emergentes de gran impacto. No se trata de la cantidad de datos que tienen las ciudades, sino de lo que éstas pueden hacer con ellos. Aquellos proyectos que pueden generar un impacto significativo empiezan por poner a los datos en el centro de la estrategia de infraestructura de TI.