En los últimos tiempos China se ha acercado a las mesas de negociación acerca del futuro de la Gobernanza de Internet para destacar el tema que los estados deberían tener un rol más activo, y de hecho tomar el control de Internet debido a la importancia estratégica que representa hoy en día el mundo en línea. Con argumentos como el ciberterrorismo, China se ha posicionado en el tema a partir de eventos como la “Primavera Árabe” y que claramente tienen el objetivo de controlar un medio de expresión caótico como es el Internet.
A pesar de los fracasos en lograr apoyo a su política de control estatal, China ve la posibilidad de que en un momento, ante las amenazas reales a la seguridad nacional que representan los ataques cibernéticos para los servicios del estado, y más aún con el advenimiento del Internet de las cosas, resultará quizá, cada vez más difícil para los países que abogan por la libertad de expresión, como Estados Unidos y el Reino Unido, mantenerse en la línea de no intervenir en absoluto en Internet, sino para garantizar la libertad de expresión.
La soberanía nacional es un tema que resulta confuso cuando nos referimos a Internet, ya que los datos, las interacciones entre personas, la conexiones y redes no están necesariamente limitadas por las fronteras nacionales.