La semana pasada, Netflix reportó sus números globales al segundo trimestre de 2019, donde se registró un incremento de clientes a nivel global de 2.7 millones, cifra lejana al crecimiento de 5 millones que se tenían proyectados desde el año pasado.
Adicionalmente, después de ocho años consecutivos ganando clientes en el mercado norteamericano, por primera vez perdió alrededor de 130,000 suscriptores. Esta fue la noticia que cimbró los mercados, provocando una pérdida de alrededor del 10% en las acciones del gigante norteamericano. Estas cifras indican dos cosas.
Por un lado, debido a los cambios que se observan en el ecosistema de las OTT (Over The Top), donde muchas empresas han optado por anunciar su entrada, Netflix comienza a enfrentarse a su competencia, lo que ha generado que se especule sobre su futuro. Empresas como Disney, Warner, Apple TV y NBC han anunciado su entrada en los próximos meses.
Por otro lado, muchas de estas empresas han decidido favorecer su contenido dejándolo de compartir y, por lo tanto, han debilitado el catálogo de otras plataformas.
Sin embargo, la respuesta de Netflix ante la migración de contenidos de otras empresas productoras es clara: aumentar su catálogo mediante la generación de contenido propio, razón por la cual tienen presupuestados más de 15 millones de dólares para el desarrollo del mismo este año.
La actual estrategia de Netflix se basa en el desarrollo de la producción local, focalizando a ciertas regiones con la finalidad de penetrar estos mercados desde el potencial de crecimiento. De hecho, mencionan la importancia de mercados como India, donde la compañía espera un crecimiento significativo y está por lanzar cinco nuevos programas originales.
Al final del día, todo estos cambios que estamos observando son apenas la punta del iceberg, pues debajo del agua hay muchas estrategias y alianzas que nos recuerdan que el contenido sigue siendo el rey.
Definitivamente, el próximo año será determinante para saber cómo se posicionan grandes compañías en el mercado y cómo se equilibra el mercado de OTT, el cual por el momento es claramente dominado por Netflix.