Hace ya algunos años que venimos escuchando el concepto Valor Público, definido originalmente en el año 1995 por Mark Moore, académico de la Harvard Kennedy School. Dicho concepto buscaba mover el eje del quehacer público desde una mirada de las instituciones (interna) hacia la sociedad, esto es, lo que la sociedad espera del Estado. Hasta ese momento, el foco estaba centrado exclusivamente en la eficiencia, pero se perdía de vista al objeto de ese quehacer.
Desde sus primeros análisis y definiciones, muchos otros académicos siguieron con una línea de análisis similar a la de Moore, aunque no consideraron a las Tecnologías de la Información (TI) y al desarrollo del Gobierno Digital como una forma muy potente de apalancar dicho valor.
Este valor está íntimamente relacionado con los servicios del Estado (calidad, pertinencia, acceso, costos y resultados) y con cómo éstos se diseñan e implementan pensando en quienes los demandan, más que en los que los producen, es decir, diseño e implementación con lógica ciudadano-céntrica.
Asimismo, las TI a lo largo de los años se han transformado en una poderosa herramienta para dotar a esos servicios de dicha lógica. El impacto que la digitalización, a través de un uso profundo y sistemático de las TI, logra cambios en la forma de producir y entregar servicios a los ciudadanos.
Algunos investigadores, en particular Antonio Cordella del London School of Economics, ya vienen, desde hace algunos años, estableciendo vínculos entre los conceptos de Valor Público y Gobierno Digital, pero aún se trata de esfuerzos bastante aislados. En su último paper, Public value creation in digital government, de octubre de 2019, presenta un interesante marco conceptual que vincula ambos conceptos. En la imagen siguiente me permití hacer una adaptación de dicho marco:
En el modelo conceptual podemos observar que el Valor Público se genera por la suma de servicios que generan valor y cumplen con las expectativas de la sociedad, servicios que han sido apalancados por las capacidades de cada una de las instituciones que los producen, pero también soportados por las TI.
Este modelo lo hemos adoptado en el Centro de Sistemas Públicos para efectos de producir dicha vinculación y no sería de extrañar que a futuro veamos más iniciativas a efectos de establecer estos vínculos.
Lo claro es que, si queremos aumentar el valor público, las Tecnologías de la Información y el desarrollo del Gobierno Digital son piezas fundamentales para lograrlo.
Cortesía del Escritorio de Alejandro Barros: https://www.alejandrobarros.com/