Una investigación del departamento de Ciencia Económica del Virginia Tech College, en los Estados Unidos de América, indica que el mecanismo de Facebook para compartir información d manera abierta es una herramienta significativa contra la corrupción, especialmente en países donde la prensa enfrenta problemas de libertad de expresión.
El estudio publicado en la revista Information Economics and Policy, fue realizado por el investigador Sudista Sarangi. El documento usó datos cruzados de más de 150 países, donde se establece que en la medida en que Facebook tiene mayor penetración en la población, es más probable que el gobierno enfrente reclamos públicos por actos de corrupción. Sagari dice que los medios sociales sirven como alternativas de la prensa tradicional. El estudio, que se inició en 2012, tomó en cuenta un número de variables de control, que incluyeron factores culturales, económicos y culturales.
“Al demostrar que los medios sociales pueden impactar negativamente en la corrupción, damos una razón más para estar en favor de la libertad de la red”, afirma el investigador.
Se han realizado varios estudios cualitativos que abordan el uso de los medios sociales y su efecto en la corrupción, y muchos otros se han enfocado en Internet o el Gobierno Electrónico y su impacto en estas prácticas, sin embargo, os dice el autor que hay pocos estudios cuantitativos que se concentren específicamente en los medios sociales y su impacto en la corrupción, ya que datos de uso de medios sociales en países concretos son difíciles de conseguir. El estudio de Sarangi es el primero de su tipo que analiza más de 150 países.
Sarangi indica que mucho del contenido en contra de la corrupción que se publica en Facebook es creado por los usuarios y compartido de manera individual, con una audiencia creciente en la medida en que el contenido es compartido y republicado. Visto de otra forma, el estudio reporta que los medios sociales, como herramienta de tecnología de información y comunicación, permite comunicación en múltiples vías de emisión y recepción, de manera opuesta a los medios tradicionales, como la televisión y los medios impresos, que trabajan de forma unidireccional.
“De hecho, el rol de los medios sociales y el Internet al proveer noticias sin sesgo y de forma independiente, en países como China, Rusia y Malasia, ha sido reconocido anteriormente por los investigadores”, dice Sarangi. “Los medios sociales proveen una forma asequible y rápida para compartir información y alcanzar una audiencia más grande para organizar protestas públicas en contra de la corrupción de oficiales de gobierno y políticos. No es una sorpresa, por lo tanto, que los gobiernos despóticos estén a favor de controlar o regular los medios sociales”.
Adicionalmente, la interacción en las plataformas de medios sociales se comparte típicamente entre amigos y familiares, lo cual añade una conexión personal y genera una percepción de credibilidad a la información que se comparte. Sarangi dice que los individuos se pueden sentir comprometidos a actuar con base en esta información para mostrar solidaridad con la familia o amigos.
Para febrero de 2017, se estima que Facebook tiene 2 mil millones de usuarios, de acuerdo con CNN. Entre los países estudiados por Sarangi y el co-autor Chandan Kumar Jha, Dinamarca fue catalogado como el menos corrupto y Somalia como el que mayores prácticas de corrupción enfrenta.
El estudio está disponible para su adquisición en el sitio de Science Direct (en inglés).
La nota original se encuentra en Information Policy.