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La movilidad y la Smart City

Guillermo Peñalosa, Chair of the Board de 880 Cities y de World Urban Parks indicó en el arranque de la Smart City Expo Puebla que se debe hacer ciudades para todos, espacios seguros para los ciudadanos, que respondan a la gente, de ocho a ochenta años, que sea buenos para todos.

En la keynote Los Retos de las Ciudades en un Mundo Urbanizado, alertó que hay una “tormenta perfecta” por una crisis de salud, ambiental y económica por el uso de automotores, en medio de un crecimiento desmedido de las manchas urbanas. Hace una centuria sumaban 200 millones de habitantes en ciudades, hoy 3 mil 500 millones y en 2050 serán siete mil millones, una responsabilidad enorme para el futuro, para crecer en forma ordenada.

La mancha urbana creció once veces en 30 años, pero 2.5 veces en población en casos como las ciudades mexicanas, sentenció, al comentar que “debemos aprender a vivir, eso son ciudades inteligentes, con un medio ambiente construido y movilidad sustentable”.

Se debe de apostar por la persona, por el peatón, pues son 260 mil muertos por caminar al año, tan sólo “ayer 741 peatones fueron muertos por personas manejando vehículos”, ilustró, al insistir que la Smart City debe contar con redes de ciclo-vías que separen a ciclistas de los coches y los peatones, con una red de orígenes y destinos.

Dignificar al peatón, al ciclista, hacer líneas transporte de cualquier tamaño, pues, por ejemplo, los “BRT (Metrobús) mueven 90 por ciento más personas que los metros en el mundo, a través de carriles dedicados que la hacen sostenible”.

Recalcó que dar la posibilidad de movilidad urbana en forma respetuosa y eficiente en transporte público, caminando y en bicicleta, permitiría reducir el gasto en traslados que a la fecha representa 25 por ciento para el tenedor de un coche, en contraste al cuatro por ciento de quienes usan otros esquemas de movilidad.

Hay que pensar como queremos vivir, pues de ahí, las decisiones son relativamente fáciles en temas como movilidad sustentable y espacios públicos. No es el fin de los coches, pero si un cambio radical en el uso de los automotores, concluyó.

 

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