Robert J. O’Neill Jr. en Governing nos dice que ante el panorama de desconfianza en el gobierno y cambios constantes, los retos de las ciudades y municipios son grandes para dar satisfacción a ciudadano que ve la transformación como una constante y el cambio es esperado, quizá a diferencia del gobierno, donde sucede lo contrario. En un panel conducido por o’Neill se indicó que la complejidad lleva a pensar cuáles son las tendencias para que los gobiernos locales enfrenten estos retos (y aquellos que están por venir). Algunas de las ideas son las siguientes:
Colaboraciones público-privadas. Para satisfacer la demanda de servicios y la calidad en la entrega de estos, así como de infraestructura, comenzaremos a ver cada vez más la participación de inversionistas privados en esquemas innovadores de capital.
Tecnología y ciudadanos. Con la proliferación de sensores y la participación de los ciudadanos, las administraciones locales pueden navegar de una manera más sencilla a entornos “inteligentes”, donde la recopilación de datos y el análisis de información permitan involucrase más con la ciudadanía. El cambio en la administración estará generada por la demanda de usuarios que habilitan sus dispositivos como sensores de la ciudad y entregan información con el fin de que la ciudad sea más “inteligente”.
Resiliencia. Aunque el concepto no es nuevo (si el boom de la palabra) en este caso indica no sólo la capacidad d ellas ciudades para reponerse después de desastres humanos o naturales, sino la capacidad de prevención y la productividad para analizar riesgos antes de que los desastres sucedan, de manera que cuando ocurran, si es inevitable, se pueda regresar de mejor manera incluso. La confianza en las instituciones públicas es vital para lograr esta meta debido a la necesidad de cohesión social.
Para que los puntos anteriores sucedan se requiere la continua innovación de los gobiernos locales. Las rígidas estructuras normativas y las delimitaciones territoriales fomentan la competencia más que la colaboración y limitan la capacidad de lograr innovación multisectorial y regional.
