El mundo de los negocios y las instituciones gubernamentales están transformando la manera en que se entregan productos y servicios, y es en esta era de transformación digital donde el uso de la tecnología interviene constantemente para facilitar y hacer más eficientes los procesos de negocio.
La seguridad dentro de la transformación digital significa que los viejos modelos en los que el hardware y los equipos de cómputo eran protegidos de manera individual (mediante soluciones antivirus y firewalls) ya quedó obsoleta, debido a que las empresas están utilizando servicios en la nube, aplicaciones especializadas en procesos específicos y software como servicio (mismo que tiene mayor autonomía en la integración). Hoy cuentan con una gama más grande de utilización de productos bajo un mismo ambiente virtual, donde habría brechas por las cuales una empresa puede ser atacada.
¿Qué plantea IDC en este contexto? Las empresas ahora deben manejar un plan estratégico de seguridad de 360°, que sea continuo y que reconozca todos los puntos a proteger: cada equipo, cada red, cada punto de acceso, cada centro de almacenamiento, cualquier lugar por donde corre la información. Para ello, se deben definir políticas, evaluar una serie de soluciones que pueden estar alineadas con las necesidades de la empresa, diseñarlas, implementarlas y hacer pruebas.
En este proceso, los especialistas de tecnología dentro de las empresas, quienes también conocen la estructura y el giro del negocio, son una pieza clave para la creación de una estrategia más especializada. La seguridad ya no puede ser sólo un componente más de la infraestructura de TI.
¿Por qué la especialización?
La transformación digital está propiciando ambientes más complejos, mismos que deben ser protegidos en su totalidad. El uso de Cloud, la movilidad, Business Analytics y Social Business han influido en el desarrollo de soluciones innovadores para las industrias, como la introducción de impresión en 3D, robótica, realidad aumentada y la tendencia: el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
Esta última demanda mayor seguridad en todo tipo de objeto inteligente conectado a la red que constantemente está midiendo y generando datos: refrigeradores, pantallas, anteojos, relojes, lavadoras, autobuses, cámaras de seguridad, entre muchos otros. Conocerlos y estar preparado para protegerlos hace competitivas a las empresas.
La transformación digital en México
Los rubros en los que la transformación digital está avanzando más en México –y que deben fijar una estrategia integral de seguridad– son el de salud, manufactura y finanzas, mismos en los que, en IDC, estamos viendo una migración y una demanda a aplicaciones suficientemente robustas para ser utilizadas en espacios móviles.
En México, la inversión en soluciones de nube fue proyectada para 2016 en 364 millones de dólares, lo que representaba un crecimiento de 29% en comparación con el año anterior. Las soluciones de Big Data y Analytics –que permiten tomar provecho de los datos que se generan en los espacios móviles y que son oportunidades interesantes de negocio– representan alrededor de 435 millones de dólares (proyectado para 2016). Estas cifras significan que las inversiones en estas soluciones son una oportunidad de crear un plan estratégico de seguridad que las acompañe.
Por lo tanto, estar al pendiente de la seguridad ya no es sólo un tema de los departamentos de tecnología dentro de las empresas, sino que atañe también a la decisión de los altos directivos para mantener la operación y elevar la competitividad de la compañía o la eficiencia del departamento de gobierno.