Gracias a la rápida evolución tecnológica, hoy podemos usar los drones como herramientas comunes en el día a día para tareas sencillas. Pero ¿qué pasaría si pudiéramos ocuparlos para emergencias o contingencias? Esto mismo se preguntó la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) y resolvió implementar limitaciones en el uso del dron.
Actualmente la FAA corre un proyecto llamado “Programa piloto de integración del sistema aéreo no tripulado”, donde el gobierno local y los socios privados realizan pruebas con las regulaciones que actualmente están prohibidas. El propósito es analizar y poner en práctica las normas, así como reescribirlas, en caso de ser necesario.
Para ello, se utilizaron cuatro áreas geográficamente distintas entre sí (en Alabama, Washington D.C., Virginia del Norte y Montana) para poder ofrecer una perspectiva más amplia de los retos a los que se enfrentan, tomando en cuenta a los drones como recursos importantes para el gobierno,debido a su facilidad de operación en múltiples situaciones.
El clima, los incendios generados por el cuerpo de ingenieros del ejército y los antiguos campos de bombardeo que quedaron de la Segunda Guerra Mundial son algunos de los temas que se tomaron en cuenta para poder amplificar los límites que actualmente integran las normas de la FAA.
No sólo la Administración Federal de Aviación cuestiona la Ley; por otro lado, Jennifer Fowler, Directora de Sistemas Aéreos Autónomos de la Universidad de Montana, pone en tela de juicio las especificaciones para que los drones sean realmente prácticos en el uso gubernamental.
Sobre la mesa quedan temas como las zonas que carecen de una conexión a internet, la inmediatez con la que el dron entrega información, el procesamiento del contenido, el tiempo de respuesta para actuar y el uso que se le dará a la información. Todo esto con el fin de poder generar regulaciones que ayuden a la comunidad y las poblaciones en caso de desastres naturales.
Con información de Government Techonology