México se encuentra frente a un buen escenario: la inversión en energía renovable. La reducción de precios causados por los avances tecnológicos abre una ventana para el desarrollo de proyectos de energía eléctrica limpia en el país. ¿Cómo se puede aprovechar esta oportunidad?
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Actualmente, el costo real de la electricidad no se ve reflejado en el precio por el subsidio que el gobierno aplica a las tarifas, principalmente la correspondiente a bombeo de riego agrícola y la residencial, con excepción de la Tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC).
De acuerdo con cifras oficiales, entre 2004 y 2014, este subsidio eléctrico ascendió a poco más de 1 billón 350 mil millones de pesos a valor presente, aplicando la tasa del 10% anual, denominada “tasa social de descuento”. ¿Qué pasaría si el gobierno utilizara el dinero con el que subsidia los recibos de luz para instalar paneles solares en hogares?
Nuestro país cuenta con un enorme potencial para producir energía solar domiciliaria, dado que en el 70% de su territorio es viable instalar paneles solares. Dicha instalación sería posible por medio del rediseño de la política del subsidio al consumo de electricidad, lo que permitiría adquirir energía a un menor precio y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Inversión para las familia de bajos ingresos
De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), realizado para el municipio de Mexicali, Baja California, cambiar el subsidio eléctrico a inversión en paneles solares es rentable para los usuarios de consumo bajo, medio y alto. En los tres casos existiría un ahorro por parte del gobierno, además de que el Valor Actual Neto (VAN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR) resultan positivas.
Por ello, el IMCO propone un programa nacional de instalación de paneles solares para favorecer tanto a las familias mexicanas como al gobierno. El programa permitirá protegerlas contra cualquier aumento de precio en la electricidad y permitirá convertir el subsidio en una inversión para las familias con menores ingresos. De esta forma, el patrimonio de los hogares podrá incrementarse.
Adicionalmente, la Iniciativa Climática de México ha propuesto desde hace algunos años lo que han denominado como “bono solar”, que consiste en canalizar los recursos que actualmente se destinan a subsidiar algunas tarifas eléctricas para apoyar la instalación de sistemas fotovoltaicos.
Desde el BID se han realizado diversos estudios que analizan las perspectivas relativas a la generación distribuida de energía eléctrica a través del aprovechamiento de energías renovables en mercados emergentes de América Latina y el Caribe. En el caso de México, la utilización de las energías renovables representa un elemento central en las políticas energéticas nacionales por su contribución a distintos aspectos.
Contribución a las finanzas públicas, el mercado y la economía de las familias
Como vimos, el uso de fuentes renovables, especialmente, la generación distribuida de electricidad mediante el uso de sistemas fotovoltaicos liberaría montos muy importantes de recursos económicos destinados actualmente para subsidios en algunas tarifas eléctricas. Esta medida permitiría utilizar esos recursos en otras prioridades del país.
Asimismo, propuestas como el “bono solar” contemplan, desde el inicio de la generación de electricidad con los paneles solares, ahorros para las familias. Es decir, la proporción que tendrían que pagar del sistema fotovoltaico sería menor a su actual pago por concepto de consumo de energía eléctrica y, una vez terminado el plazo de la recuperación de la inversión, toda la generación fotovoltaica representaría un ahorro para las familias.
Por tanto, el desarrollo de programas a gran escala para la instalación y operación de sistemas fotovoltaicos contribuiría a reducir tanto los precios de los sistemas como sus costos de instalación. Al mismo tiempo, favorecería los programas de acceso universal a la electricidad.
Hoy en día, el nivel de electrificación en México alcanza al 98.74% de la población, pero aún existen 1.8 millones de habitantes que no tienen acceso a este servicio.
De igual forma, una mayor disponibilidad de sistemas fotovoltaicos podría, eventualmente, contribuir al uso de electricidad en sustitución de leña. En México, el 33% del consumo de energía en el sector residencial proviene del uso de este recurso, que tiene alto impacto en la economía de las familias, así como en el medio ambiente.
El potencial solar de la Ciudad de México
Un reciente estudio del BID encontró que tan solo en la Ciudad de México se cuenta con un potencial para generar hasta 48% de energía eléctrica a base de fuente solar. La aplicación de esta tecnología permitiría satisfacer el 93% de la demanda residencial y el 32% de la demanda comercial de esta ciudad.
Finalmente, la energía solar resulta un buen negocio para invertir en el país. En ese sentido, desde BID Invest, el brazo del sector privado del BID, y a través del Programa Solar Rooftop 4 All (SRT4A), se busca financiar empresas con experiencia en la instalación y operación de proyectos de paneles solares en hogares.
El programa tiene tres principales impactos positivos para el sector de energías renovables en el país:
- Representa una alternativa de financiamiento.
- A través del financiamiento a empresas en dicho sector, el programa promueve el acceso a paneles solares para los hogares de México.
- Incentiva el uso de energías limpias para contribuir a la mitigación del cambio climático.
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Colaboración de Diego Rodríguez y Víctor Fort para el blog del Banco Interamericano de Desarrollo