La regulación de la inteligencia artificial (IA) en Australia está en proceso y tanto los responsables políticos como los expertos del sector lo reciben con agrado. Aunque actualmente la IA está regulada por la legislación existente en el país, como la ley del consumidor, la ley de privacidad y la ley de derechos de autor, no hay una normativa específica para la IA. Sin embargo, el gobierno federal abrió un período de presentación de propuestas para apoyar el uso seguro y responsable de la IA, y utilizará esta información para reflexionar sobre las respuestas normativas y políticas adecuadas.
Según Kate Pounder, del Consejo Tecnológico de Australia, la IA debe ser regulada de manera metódica y reflexiva, considerando los riesgos asociados y las diferentes tecnologías involucradas. Dana McKay, profesora del RMIT, sugirió la creación de un panel de especialistas en ética digital y miembros de la comunidad tecnológica para supervisar estas tecnologías. McKay también destacó la importancia de tener en cuenta el contexto australiano, como la cultura y las tradiciones, al utilizar la IA.
La regulación de la IA no será un proceso sencillo debido a la complejidad de la tecnología. Robert Tang, del bufete de abogados Clifford Chance, señaló que la IA plantea nuevos desafíos y riesgos, y puede requerir cooperación internacional en la regulación. También se mencionaron problemas emergentes como las falsificaciones y el plagio, lo que sugiere la necesidad de una regulación específica al respecto.
Por otro lado, se enfatiza la importancia de equilibrar las salvaguardias y protecciones con la promoción de la innovación y la adopción de la IA. El gobierno australiano busca ser líder en la IA segura y responsable.
En resumen, Australia se encuentra en proceso de establecer una regulación específica para la inteligencia artificial. Los expertos enfatizan la necesidad de una regulación reflexiva, considerando los riesgos y la diversidad de tecnologías. Además, se destaca la importancia de tener en cuenta el contexto australiano y abordar los nuevos problemas que surgen con la IA. La regulación de la IA no será fácil debido a su complejidad, pero se busca encontrar un equilibrio entre la protección y la promoción de la innovación.
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