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Fernando Solares, lumbrera en la industria del software
Fernando Solares, lumbrera en la industria del software

Fernando Solares, lumbrera en la industria del software

Narrado por Coral Gil, Editora de u-GOB

Indiscutible ganador de Premios y Reconocimientos u-GOB durante tres años consecutivos por los proyectos “Implementación de la Oficina de Rendición de Cuentas de Desarrollo de Software (SAO®) para Mejorar la Eficiencia de una Fábrica de Software” en la Secretaría de Gobernación (SEGOB), “Desarrollo e Implementación de un Modelo de Gobierno de Seguridad de la Información para la Dirección General de TI de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)” e “Implementación de la Metodología del Ciclo de Vida de Desarrollo de Sistemas de Hidrocarburos (MCVDSORCS)” integrando nuevamente la Oficina de Rendición de Cuentas de Desarrollo de Software (SAO®) en la CNH, en 2018, 2019 y 2020 respectivamente, Fernando Solares es, sin duda, un innovador nato que ha dejado marca en la Administración Pública en México. Habiendo trabajado anteriormente en la SEGOB, hoy explota su creatividad y conocimientos en la CNH como Director General de Tecnologías de la Información, implementando cada vez más y mejores prácticas, así como metodologías para la gestión de procesos, volviéndose un referente indiscutible.

El proyecto que le mereció el galardón de este año consiste en la elaboración e implementación de una metodología que le permitió el desarrollo de una serie de sistemas tanto sustantivos como administrativos, mejorando así la trazabilidad de la información de trámites de la Comisión, con un ahorro aproximado de 2 millones y medio de pesos anuales en la ejecución y el mantenimiento de sistemas. Sin embargo, la implementación es mucho más ambiciosa, pues no se trata sólo de llevar seguimientos “a nivel capataz”, sino que busca establecer pasos específicos a seguir al momento de adquirir una licitación, visualizando pasos firmes para en algún momento cambiar el paradigma de contratación de software en la Administración Pública en México.

Reparando caminos

Durante su paso por instituciones de gobierno, Fernando se dio cuenta de que los modelos de trabajo eran insuficientes, desordenados y “nunca llegaban a nada”, principalmente porque no contaban con el apoyo de la alta dirección, una “de la vieja escuela” que no estaba dispuesta a adoptar procesos establecidos y medibles, y que tampoco tenía interés en las certificaciones o las buenas prácticas. 

Así pues, la operación “funcionaba” en modo automático, no era posible cuantificarla ni controlarla y nadie sabía de qué manera se gastaba el presupuesto. Pero él sabía exactamente lo que hacía falta: un modelo metodológico formal, fundamentado y basado en métricas estandarizadas que fuera capaz de hacer visible la realidad de forma certera y confiable de los proyectos de software desde la estimación, seguimiento y hasta la evaluación de la calidad como producto, logrando implementar de manera adecuada la frase que muchos conocen pero pocos hacen “si no se puede medir no se puede controlar” .

Dicho modelo, ahora presente en la Comisión Nacional de Hidrocarburos y habiéndolo dejado en funcionamiento en la Secretaría de Gobernación, puede ser visto como una “licuadora”, pues no importa quién llegue o quién se vaya, los requerimientos para el desarrollo de un proyecto son previamente dimensionados y acordados con base en una Norma Mexicana de tamaño del software, como lo es el método COSMIC, de manera que sólo haga falta alimentar la “licuadora” con los tiempos y esfuerzos invertidos durante cada etapa del proceso. Al final, todos saben cuál será el producto y cuánto se paga por una unidad estandarizada de software. 

Lo anterior, además de beneficiar a la institución internamente, la posiciona en el exterior como un organismo con la capacidad de rendir cuentas, beneficiando el control, la evaluación y la transparencia. Para el innovador que creó esta metodología, Fernando Solares, existen dos momentos cruciales durante el desarrollo:

1. La preparación

Primero que nada, se tendrá que validar la estimación del proveedor, esta validación de la estimación es una pieza clave para la eficiencia en gasto y control del alcance del proyecto, la estimación se basa en el tamaño del software que se va a desarrollar el cuál se mide con base en la NMXI19761I2017, que está incluida en el MAAGTICSI. De esta forma, mientras más grande es el software más esfuerzo, tiempo y costo se requiere, evitando el problema de pagos distintos por software similar. Posteriormente, se realiza la asignación de tareas y presupuesto para culminar con el seguimiento puntual a cada etapa del proceso, logrando observar de manera cuantitativa y precisa el avance en términos de la productividad del proveedor, así como del alcance concluido con base en la cantidad de software realmente construida.

2. El producto

Además de obtener un producto como tal, la institución será capaz de percibir a simple vista el valor agregado que obtuvo y el tiempo que ha ganado, pero también podrá realizar una medición de calidad del producto de software que será posible cuantificar y comparar para definir los niveles de aceptación de los aplicativos de una forma objetiva. 

Por otro lado, el modelo propuesto por Fernando Solares no admite la contratación “a destajo” que se realizaba una vez firmado el contrato de fábrica de software. Por el contrario, propone un redireccionamiento hacia las buenas prácticas, las normas y una metodología que no admite el saltarse pasos, y que permite compararse contra referencias de mercado, que han sido proporcionadas por la Asociación Mexicana de Métricas de Software (www.amms.org.mx). 

La prueba de su eficacia es palpable con el ahorro de más de 20% de gasto en la Secretaría de Gobernación como actualmente en la Comisión Nacional de Hidrocarburos, en donde el 90% de los trámites de exploración y extracción de hidrocarburos están regulados y, además, pueden ser consultados desde su portal. 

De logros y satisfacciones

Con la implementación de sus modelos, Fernando Solares ha logrado evolucionar como académico y profesional, al tiempo que concientiza a los miembros de sus equipos sobre la importancia de las buenas prácticas y las certificaciones. Le llena de orgullo ser administrador público y ver crecer a las instituciones para las que trabaja, aunque no deja de lado que si más instituciones adoptaran enfoques como la SAO® que les permitieran tener métricas confiables, los beneficios a nivel Administración podrían ser extraordinarios.

 

*La SAO® o Software Accountability Office es un concepto creado y registrado por SPINGERE (www.spingere.com.mx) que consiste en una oficina de implementa las mejores prácticas, procesos y estándares en medición y estimación de software de manera formal, permitiendo a las entidades tener certeza del estado de los proyectos con base en métricas estandarizadas, eficiencia en gasto y un mejor control de los proveedores, entre otros beneficios.

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