Por Zach Winn para MIT News Office
El robot Mabu, con su pequeño cuerpo amarillo y su expresión amigable, sirve, literalmente, como la cara de la startup estadounidense de gestión de cuidados Catalia Health. La parte más innovadora de la solución de la compañía, sin embargo, se encuentra detrás de los grandes ojos azules de Mabu.
Catalia Health es un software que incorpora experiencia en psicología, Inteligencia Artificial y planes de tratamiento médico para ayudar a los pacientes a controlar sus afecciones crónicas.
El resultado es un sofisticado compañero robot que utiliza conversaciones diarias para dar consejos a los pacientes, recordatorios de medicamentos e información sobre su condición, mientras transmite datos relevantes a los proveedores de atención. El intercambio de información también puede tener lugar en los teléfonos móviles de los pacientes.
Los pacientes con insuficiencia cardíaca, por ejemplo, llevaron a Mabu a sus hogares aproximadamente un año y medio como parte de una asociación con el proveedor de atención médica Kaiser Permanente, quien paga el servicio. Desde entonces, Catalia Health también se ha asociado con los sistemas de atención médica y las compañías farmacéuticas para ayudar a los pacientes que padecen afecciones como la artritis reumatoide y el cáncer de riñón.
Mabu es un amigo
Catalia Health utiliza Inteligencia Artificial para ayudar a Mabu a conocer a cada paciente a través de conversaciones diarias que varían en duración según las respuestas del paciente. Muchas conversaciones comienzan con un “¿cómo te sientes?”, similar a lo que podría preguntar un médico o enfermera.
Por ejemplo, Mabu preguntaría a los pacientes con insuficiencia cardíaca cómo se sienten, si tienen dificultad para respirar y sobre su peso. De acuerdo con las respuestas de los pacientes, Mabu podría decir “puede llamar a su médico” o “le enviaré esta información”.
El año pasado, Catalia Health anunció una colaboración con la Asociación Americana del Corazón que le permitió a Mabu brindar las pautas para el tratamiento de pacientes con insuficiencia cardíaca.
Por otro lado, además de los proveedores de atención médica, la startup también se asocia con compañías farmacéuticas. De esta manera, los pacientes no pagan nada de su bolsillo por sus compañeros robot. Aunque los datos que se envían a las compañías farmacéuticas son completamente anónimos, pueden ayudar a seguir los efectos de los tratamientos en los pacientes en tiempo real para comprender y mejorar la experiencia del paciente.
