El COVID-19 nos mantiene en incertidumbre, tanto en el plano personal como de manera colectiva, pues hay información que se publica día con día que no hace más que aumentar nuestra angustia. Sin embargo, hay diferentes soluciones digitales que pueden ayudarnos a entender lo que estamos viviendo y que nos ofrecen información en tiempo real sobre lo que sucede con la propagación del virus.
Una de ellas es LUPPA (Plataforma de Información Geoespacial para el Bienestar de México), una plataforma especializada en captura, procesamiento, análisis, interpretación, difusión y almacenamiento de data en tiempo real en la nube, la cual nació con el fin de ofrecer un espacio para conocer y difundir la situación del COVID-19, en un mismo lugar, de manera más detallada, amigable y visual mediante la búsqueda, recopilación y un algoritmo que analiza la información oficial de la pandemia, así como los datos demográficos.
LUPPA es una fuente de información confiable para que, tanto instituciones gubernamentales como privadas y el público en general, conozcan cuáles son los datos más recientes o las zonas de mayor riesgo, entre otros, y puedan tener una mejor toma de decisiones en este tiempo de crisis que atravesamos.
Juan Manuel Wong Urrea, Director General de LUPPA, considera que lo que nos da más certidumbre cuando enfrentamos un problema es saber cómo actuar al respecto. La información da confianza y seguridad a las personas, y les brinda un panorama más claro y realista de lo que está sucediendo, permitiéndoles tomar mejores decisiones y medidas de precaución más eficaces.
Así pues, la información que se puede conocer a través de la plataforma son indicadores importantes, tales como el número de pacientes confirmados, sospechosos y defunciones, un mapa con las zonas de mayor o menor riesgo y las tasas de incidencia y letalidad a nivel estatal y municipal, entre otros datos relevantes.
Además, cuenta con una herramienta de gestión de acceso privado que puede resultar de gran utilidad para los gobiernos estatales y municipales para tomar decisiones, ya que les permite conocer cómo evoluciona el COVID-19 en micro regiones específicas (como por medio del Código Postal), y consultar qué es lo que está sucediendo realmente en el territorio, en dónde se deben reforzar las medidas preventivas y de contención o cómo se pueden mejorar las campañas de prevención para tener mejores resultados.
Por otro lado, la plataforma permite observar diferentes indicadores sociodemográficos, económicos, de infraestructura y movilidad humana, que pueden ser utilizados para agilizar la reactivación de la economía.
Los creadores consideran que, en el futuro, la herramienta también podría utilizarse para medir y controlar el crecimiento de otras enfermedades epidémicas comunes en el país, como el sarampión, la diabetes o la hipertensión.
LUPE, la app recopiladora de datos
LUPPA cuenta con un complemento llamado LUPE (Localización Universal de la Pandemia y Emergencias), una aplicación que pretende identificar la propagación del coronavirus a través de la recopilación de información y ubicación del Código Postal de los reportes. Esto por medio de un cuestionario para averiguar cuál es el probable nivel de riesgo de cualquier persona frente al virus y, a partir de ello, ofrecer información sobre los cuidados necesarios para cada individuo.
LUPE contiene un formulario, que ha sido validado por médicos neumólogos, con el que las personas identifican su nivel de riesgo y el de los suyos. Además, se pueden realizar chequeos diarios para ver cómo evoluciona su riesgo de contagio a través de registros del desarrollo de los síntomas.
La información con la que contribuyen los usuarios, la app la convierte en reportes locales que dan visibilidad de la pandemia, lo que ayuda a pronosticar curvas a nivel municipal que determinen la aplicación oportuna de medidas de contención y reactivación económica selectiva de estas zonas.
La herramienta también será bastante útil en el momento en que regresemos a la “nueva normalidad”, pues podrá generar un código QR que podría ser utilizado por las diferentes instancias sanitarias de gobierno y operar como un “pasaporte sanitario”, es decir, ofrecerá información sobre historial médico y evolución sintomática.