En 2012, la Escuela Pública Primaria Justo Sierra recibió conexión a internet de banda ancha a través del Programa Red Estatal de Jalisco. Sin embargo, no contaba con computadoras. Una empresa originaria del estado donó ocho equipos y en labor conjunta con el ayuntamiento construyeron su aula de cómputo.
A continuación presentamos los resultados más destacados del “Estudio cualitativo sobre el impacto del aula de cómputo en la Escuela Primaria Justo Sierra”, realizado por los investigadores Irlanda Yamili Tostado, Patricia Gómez y Rodrigo Hiriart (miembros de la empresa donante) a 132 alumnos de segundo a sexto de primaria. Para desarrollar esta investigación se realizaron cinco visitas a la escuela primaria en noviembre y diciembre de 2013, en las que se aplicaron los métodos cualitativos de observación participante y entrevistas a profundidad con alumnos, maestros, directivos y padres de familia (concretamente las madres). También se aplicó un cuestionario a los alumnos para generar un contexto objetivo sobre el cual comprender los hallazgos cualitativos.
Los alumnos y su acceso a las TIC
Casi una tercera parte de los alumnos de tercero y quinto de primaria señalaron tener algún dispositivo de cómputo en su casa. El que más mencionaron fue la consola de videojuego.
El 79% de los estudiantes consultados ya sabía usar una computadora desde antes de que el aula de cómputo entrara en funcionamiento en su primaria. A 29% le enseñó un hermano y otro 29% aprendió por sí mismo. El 47% aprendió a manejarla en su casa y sólo el 9% en el aula de cómputo de la primaria.
Dispositivos en casa
Computadora | Laptop | Tableta | Consola de videojuego | |
Sí | 29% | 24% | 29% | 47% |
No | 68% | 74% | 71% | 53% |
No sé | 3% | 2% | 0% | 0% |
Conexión a internet de los dispositivos
Computadora | Laptop | Tableta | Consola de videojuego | |
Sí | 64% | 25% | 55% | 36% |
No | 27% | 75% | 36% | 50% |
No sé | 9% | 0% | 9% | 14% |
Así funcionaba la clase
Cuando los equipos fueron instalados, los maestros se coordinaron para utilizar el aula, gracias a que la mayoría de ellos usaba computadoras de manera regular. Decidieron implantar la clase de Computación, que se llevaba a cabo una vez por semana para cada grado de segundo a sexto año de primaria. Entre ellos se repartieron una hora de clase a la semana en el aula, aunque podían usarla en horas adicionales.
En la clase de Computación no se enseñaba a los alumnos a usar la computadora. La mayoría de los 132 niños estaban familiarizados, además de que los equipos no tenían licencia de Office vigente ni software open source que lo supliera; sólo era posible usar Word e Internet Explorer. La clase se usaba más bien para complementar y profundizar en algunos de los temas impartidos.
Aunque todos los maestros y la directora encargada (de entre 27 y 60 años de edad) manifestaron que utilizar las TIC en el proceso enseñanza-aprendizaje era importante, no todos tenían la misma disposición y apertura para su utilización, ni tampoco las habilidades para controlar al grupo de alumnos durante la clase. Entre menor era la edad de los alumnos, más dispersos y más renuentes se mostraban los maestros para llevarlos al aula. Algunos maestros asistían puntualmente en el día de la semana que les correspondía utilizarla e incluso más días para que los niños, de mayor grado, investigaran al hacer sus tareas. Otros maestros la evadían, a pesar de que los niños les solicitaban trabajar en ella, pues la gran mayoría estaba dispuesta y entusiasmada para aprovecharla.
¿Qué tanto sirvió el salón de cómputo?
Los maestros que así lo quisieron facilitaron su trabajo de planeación de clases e investigación sobre los temas que impartían al usar las computadoras. Algunos expresaron que los alumnos que utilizaban el equipo estaban más despiertos y participativos, y tenían más facilidad para expresar sus ideas. Cuando los niños les platicaron a sus padres sobre sus actividades en el aula de cómputo, los adultos se interesaron en aprender a usar la computadora y el internet.
Los alumnos que respondieron el cuestionario preferían jugar (82%) y ver videos (24%) que investigar (24%) y leer (6%) cuando tenían una computadora con internet frente a ellos.
Sin embargo, el impacto del aula de cómputo en el proceso enseñanza-aprendizaje quedó muy por debajo de las expectativas que los promotores tienen en torno a la inclusión de las TIC en la educación: que los alumnos las usen creativa, respetuosa y eficazmente para valorar la información que reciben, incrementar su conocimiento, mejorar su toma de decisiones y crear y difundir contenidos propios. Los resultados de su uso en la Escuela Pública Primaria Justo Sierra fueron los siguientes:
- El internet era utilizado por los alumnos para consultar información, como lo harían en libros o monografías. Los maestros no se enfocaban en que los niños generaran una síntesis sobre algún tema, con base en investigar en varias fuentes como internet.
- Los docentes tampoco ayudaban a que los niños formaran un criterio sobre la calidad de la información. Los principales sitios utilizados fueron Youtube, Wikipedia y Yahoo Respuestas. Desarrollar dicho criterio se dificultaba por la ausencia de enciclopedias electrónicas profesionales en el plantel.
- No se daba un proceso creativo para que la materia sea el espacio donde los alumnos exploren sus intereses.
- Como los menores compartían la computadora en el aula, no todos aprovechaban el equipo, pues uno de ellos solía acapararlo y los maestros no necesariamente intervenían esta dinámica.
- Los alumnos no podían acceder a contenidos obscenos y no aptos para niños, ya que fueron bloqueados mediante herramientas de parental control.
Varias razones explican estos resultados:
- El plan de estudios oficial incluía poco el uso de las TIC.
- Los maestros no contaban con formación para incorporar aulas de cómputo conectadas a internet al proceso enseñanza-aprendizaje. Enciclomedia era una formato y método diferentes, en el que la computadora y el pizarrón interactivo estaban en el aula de clases y servían como herramientas para el maestro.
- Aunque la Secretaría de Educación Pública puso a disposición de los docentes bancos de material educativo digital en el marco del programa Habilidades Digitales para Todos, los maestros de la Primaria Justo Sierra desconocían su existencia.
- Los alumnos que respondieron el cuestionario preferían jugar (82%) y ver videos (24%) que investigar (24%) y leer (6%) cuando tenían una computadora con internet frente a ellos.
Los maestros preferían no usar las computadoras intensivamente por temor a descomponerlas, ya que no tenían los elementos para su reparación. Los equipos fueron donados sin póliza de mantenimiento y no existían en la escuela los mecanismos para gestionar su reparación.
5 recomendaciones para un impacto más profundo
Muchas pueden ser las recomendaciones dirigidas a los promotores que incorporan aulas de cómputo en las escuelas primarias. Cinco resultan fundamentales porque modifican la visión con que se ha entregado la tecnología para la educación de los niños:
- Como muestran las respuestas de los alumnos, casi 60% aprendió a usar la computadora por sí mismo o un hermano les enseñó. Entonces, hay que brindar capacitación a maestros y directivos para convertirse en guías de los alumnos en el uso creativo del recurso y no tanto en que les enseñen a usarlo.
- Trabajar de la mano con directivos, maestros y alumnos para que ellos mismos encuentren maneras creativas en que las TIC les resulten relevantes.
- Remover obstáculos organizacionales, técnicos y administrativos que impidan aprovechar las computadoras conectadas a internet en las escuelas.
- Identificar o formar técnicos locales que puedan reparar y dar mantenimiento a los equipos.
- Ejecutar un plan para desechar los equipos una vez obsoletos.
Entre 2013 y 2015, la SEP gastó casi 3,764 millones de pesos para adquirir 240 mil laptops y cerca de 1 millón 670 mil tabletas para niños de escuelas públicas a través del Programa de Inclusión y Alfabetización Digital.
Fotografía CC BY-SA por Administración Nacional de la Seguridad Social