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El gobierno de USA señala las múltiples amenazas físicas y cibernéticas contra los funcionarios electorales

Parece que dondequiera que se dirijan los funcionarios electorales de Estados Unidos aparece una nueva amenaza.

Una investigación reciente del Centro Brennan para la Justicia ha revelado que los funcionarios de los gobiernos estatales y locales, incluidos los funcionarios electorales, han recibido todo tipo de abusos, como insultos, acoso, amenazas y agresiones físicas.

El pasado noviembre, por ejemplo, esas amenazas se hicieron demasiado reales. Las oficinas electorales de al menos cinco estados -California, Georgia, Nevada, Oregón y Washington- recibieron cartas sospechosas que retrasaron el recuento de votos en algunas elecciones locales. Cuatro de las cartas contenían fentanilo, según el FBI y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos, que las había interceptado.

Además de las amenazas físicas, los funcionarios electorales también se enfrentan a la preocupación constante por la ciberseguridad, los ataques de ransomware y el papel que la inteligencia artificial podría desempeñar tanto para facilitarlos como para las campañas de desinformación.

Todo ello provoca muchos momentos de ansiedad a los funcionarios electorales de los gobiernos estatales y locales. Pero dos agencias federales quieren ayudar.

A principios de este mes, funcionarios de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras y del Servicio de Inspección Postal compartieron cómo planean ayudar a los funcionarios estatales y locales en las reuniones de invierno de la Asociación Nacional de Secretarios de Estado y la Asociación Nacional de Directores Estatales de Elecciones en Washington, D.C.

Todo apoyo es bienvenido. La semana pasada, en su reunión de invierno en Washington, se dijo a los funcionarios de los condados que no esperaran más financiación de Washington.

Eric Goldstein, subdirector ejecutivo de ciberseguridad de la CISA, comunicó a los secretarios de estado que la agencia está intensificando sus esfuerzos de protección de cara a las próximas elecciones presidenciales. Contará con asesores de seguridad electoral en cada una de sus oficinas regionales, en un esfuerzo que, según Goldstein, forma parte del deseo de la CISA de ser una “agencia de campo primero”, como el FBI, y no centralizada en Washington.

David Stafford, asesor de seguridad electoral de la CISA para la región 4 en el sureste, dijo durante una sesión para directores electorales que aunque él y sus colegas están “todavía en la fase de contacto”, la visión es “actuar como traductores tanto en la fase inicial como en la final”, transmitiendo información desde el terreno a la sede central y difundiendo iniciativas desde la oficina central al nivel local.

Publicado originalmente en Government Executive

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