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El software como habilitador del nuevo ambiente laboral
El software como habilitador del nuevo ambiente laboral

El software como habilitador del nuevo ambiente laboral

En marzo del año en curso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus (COVID-19) como pandemia. Esta declaración coloca como principal estrategia de combate el aislamiento social de la población en un intento por contenerlo y evitar el contagio, procurando que el número de infectados no sobrepase a los sistemas de salud.

Con esta nueva realidad, las empresas enfrentan nuevos retos y necesidades. En el caso de México, por ejemplo, de acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sólo 2 de cada 10 empresas están preparadas para trabajar desde casa en el denominado teletrabajo o home office, a pesar de que desde 2019 ya se encuentra regulado en la Ley Federal del Trabajo donde, además, se promueve como medio para la generación de empleo y autoempleo a través de las Tecnologías de la Información.

Por otro lado, también en 2019, IDC elaboró el estudio Social Media, Communities and Collaboration: The Rise of the Social Enterprise, el cual refleja que las empresas que utilizan estas herramientas digitales de colaboración, comunicación y creación impulsan significativamente su productividad en más del 30%, lo que puede representar un ahorro de más de 30 horas laborales por persona, así como una disminución significativa de los costos de las empresas. 

Dentro de este contexto, los fabricantes de software, específicamente los de aplicativos de colaboración y comunicación, se encuentran frente a una gran oportunidad para impulsar la adopción de estas herramientas, que se presentan en dos escenarios:   

  • Empresas que aún no cuentan con estos aplicativos.
  • Empresas que ya cuentan con los aplicativos, pero que aún no aprovechan en su totalidad los beneficios de estas tecnologías. 

En México, estas oportunidades se verán reflejadas en los mercados de Collaborative Applications (donde IDC mide las aplicaciones de conferencias, videoconferencias, email, redes empresariales, aplicativos, espacios de trabajo y herramientas basadas en la web) y en el de Content Workflow and Management Applications (soluciones de sincronización e intercambio de archivos digitales, software para creación, edición y publicación de contenido en la web y aplicaciones móviles).

En su conjunto, dichos mercados crecieron 7.5% año contra año en 2019, alcanzando el 43.6% de sus ventas en cloud. En el caso particular de los aplicativos de colaboración, ya el 81% de sus ventas se realizan en cloud, con un crecimiento del 20%, lo que lo coloca como el mercado con mayor adopción de nube, ofreciendo al cliente opciones flexibles y menores costos. Ambas tecnologías destacan por poseer una alta dinámica de competencia entre los jugadores que los ha llevado a ofrecer diferenciaciones basadas en una mejor experiencia al cliente y un mayor valor agregado a sus soluciones. 

El estado de las cosas

Para 2020, IDC plantea tres escenarios posibles para estos dos mercado que, en conjunto, ofrecen las soluciones para un teletrabajo efectivo:

1. Pesimista

En el que se plantea un crecimiento anual del 4.1%, resultado de la situación económica del país. 

2. Esperado

Con un crecimiento anual apalancado por la dinámica de adopción en cloud del 8.3%.

3. Optimista

En el cual se espera un crecimiento del 10.9%, donde se reflejarían los esfuerzos que han hecho las marcas de software, ofreciendo pruebas gratuitas de sus herramientas de comunicación y colaboración. Lo anterior, sin duda, dejará como resultado un mercado más educado y adaptado al uso de estas soluciones de manera cotidiana, pero también hará tangibles los beneficios de las herramientas dentro de cada equipo de trabajo.  

Las necesidades laborales en materia tecnológica que se hicieron más visibles a raíz de esta contingencia dejarán como resultado nuevos hábitos digitales en el ambiente empresarial que, sin duda, impactarán de forma positiva en la productividad de las organizaciones. Por otro lado, también implica crear conciencia sobre contar con un plan establecido para hacer frente a este tipo de situaciones y la creación de programas de entrenamiento que permitan adaptar y capacitar a los empleados para implementar una cultura de trabajo remoto.

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