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Thinking Fadura: participación ciudadana rediseñando el espacio público

Thinking Fadura: participación ciudadana rediseñando el espacio público

En 2017, el Ayuntamiento de Getxo en el País Vasco impulsó un proceso de participación ciudadana con el objetivo de transformar las instalaciones deportivas y diseñar un nuevo espacio en el que conviva un parque de libre acceso junto con las instalaciones para la práctica deportiva de las personas abonadas a los polideportivos municipales.

En colaboración con la ciudadanía, el proyecto toma su nombre de la ciudad deportiva de Fadura, situada en el barrio de Algorta y construida en 1971 para promover la salud y el bienestar en la localidad. El pasado de Fadura, campo de polo en los años 50 y hoy parque deportivo, se asocia a un paraje natural de gran belleza y valor natural en el que converge una vega poblada de chopos, sauces y alisos, con un hábitat de numerosas especies migratorias. 

Este complejo deportivo, atravesado por el río Gobela, se vio inmerso en 2016 en un conjunto de actuaciones para acondicionar el cauce del río e impedir las inundaciones que, recurrentemente, ponían en jaque sus instalaciones y las viviendas de los alrededores. La apertura del parque deportivo, que llegó como consecuencia de las obras en el río Gobela, junto a la necesidad de actualizar unas instalaciones que evidenciaban un lógico deterioro tras cinco décadas de existencia, brindaron una oportunidad única para repensar y mejorar toda la zona, a fin de continuar impulsando la actividad deportiva, la calidad de vida y la adquisición de hábitos saludables en Getxo. Así es como nace Thinking Fadura.

Un proceso de diseño abierto

La ciudadanía de Getxo demanda cada vez una mayor implicación en la vida municipal; tiene interés y energía para participar, como se ha venido demostrando en las más de 30 experiencias de participación llevadas a cabo en los últimos años. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Getxo es consciente de la necesidad de colaborar con la ciudadanía para trabajar apegados a la realidad de las personas que habitan esta localidad y dar respuestas más eficaces a los retos que tenemos como municipio.

A través de Thinking Fadura se invita a distintos agentes y ciudadanía de la localidad a llevar a cabo una reflexión colectiva, crítica y constructiva no sólo sobre el diseño de los espacios físicos del nuevo parque deportivo, sino también sobre los servicios, usos, relaciones y formas de gestión y cogestión actuales de las instalaciones deportivas. 

Diagnóstico con agentes clave

Con tres años en marcha, el proyecto se está desarrollando en tres fases, arrancando la primera de ellas en marzo de 2017. Además de realizar un estudio sobre el parque actual y sus instalaciones, con ayuda de personas especializadas en arquitectura, sociología o urbanismo, se llevó a cabo un primer contraste con agentes clave del municipio —deportistas, clubes, asociaciones deportivas, personas abonadas y usuarias de los polideportivos municipales, ciudadanía y empresas, entre otros— para recoger sugerencias sobre los temas más relevantes a tener en cuenta en este análisis. 

El diagnóstico aborda la situación de Fadura con una visión amplia, incluyendo su relación con el entorno medioambiental, urbano y social. A partir del trabajo en las sesiones participativas, pudo realizarse un anteproyecto teniendo en cuenta los condicionantes definidos, las ideas surgidas y las valoraciones realizadas por los asistentes.

Proceso de participación ciudadana

En abril de 2018 comienza la segunda fase, en la que se invita a la ciudadanía y los agentes diversos a tomar parte en un proceso abierto para rediseñar el nuevo parque deportivo a través de conversaciones, encuentros y talleres a los que asisten clubes y asociaciones deportivas, trabajadores de las instalaciones, personas expertas o técnicas en las áreas de salud, deporte y bienestar, juventud e infancia local, y representantes políticos, entre otros.

Esta etapa se abordó en dos ciclos en los que participaron 1,699 personas, analizando en detalle todas las necesidades y oportunidades detectadas. Después se diseñaron seis propuestas de solución que dieron paso a un proceso de deliberación, por medio de la plataforma de participación digital, de modo que la ciudadanía de Getxo pudiera determinar cuáles eran las mejores soluciones que, posteriormente, fueron matizadas en una sesión presencial. 

Como resultado se elaboró un anteproyecto de ordenación paisajística y urbana del nuevo parque de Fadura, diseñado en relación directa con las reflexiones y aportaciones recogidas durante el proceso de participación ciudadana. 

¿Por dónde empezamos?

En 2019 inicia la tercera fase para la activación de proyectos que harán realidad las actuaciones recogidas en el anteproyecto y que durará, aproximadamente, cuatro años. La pregunta que nos hicimos para poner en marcha estos proyectos: ¿Por dónde empezamos? ¿Qué es lo prioritario, qué es lo urgente y cómo organizamos todos estos proyectos? 

Para dar respuesta a esta pregunta desarrollamos una Metodología de Priorización de proyectos que permite determinar cuáles proporcionan un mayor valor al municipio, en función de una serie de variables como la procedencia de los proyectos, sus objetivos, la sostenibilidad y la viabilidad de los mismos.

Las propuestas de actuación, resultantes de la agrupación de las aportaciones obtenidas en el proceso participativo, se han vuelto a agrupar entre sí en torno a líneas maestras como accesibilidad, movilidad, seguridad, mejora de espacios o catálogo de servicios, entre otros. 

Transferencia de aprendizajes

Siendo conscientes de la escasez de referentes relativos a un proceso de participación ciudadana de estas características, en Thinking Fadura buscamos que cada proyecto sume conocimiento, en una lógica incremental, para diseñar y desarrollar nuevos proyectos de transformación en un espacio tan importante para Getxo como es el parque deportivo de Fadura. 

En este contexto, Thinking Fadura ha sido recientemente seleccionado por la Alianza Internacional para el Gobierno Abierto en Euskadi (Open Government Partnership – OGP Euskadi) como proyecto piloto para evaluar el impacto de la participación ciudadana en la estructura interna de las administraciones públicas. El propósito es extraer aprendizajes que puedan ser útiles para transferir conocimiento al conjunto de procesos de participación ciudadana que se desarrollan en Euskadi.

Colaboración durante la pandemia

La inteligencia colectiva y la relación público-social es la mejor propuesta para dar respuesta a retos complejos y nuevos desafíos. Es necesario conversar, contrastar y reflexionar sobre las estrategias con las que estamos contribuyendo a mejorar nuestra sociedad desde los poderes políticos, en colaboración con la ciudadanía activa y en favor del procomún.

En el actual contexto de crisis mundial sanitaria, a causa del COVID-19, valoramos más que nunca la necesidad de conectar con la comunidad y con el territorio que habitamos, es decir, sentirnos parte, aportar y ser escuchados y escuchadas. Por eso, desde el Ayuntamiento de Getxo queremos que el proceso de transformación del parque de Fadura, además de una herramienta de diseño, se convierta en una excusa para mantener y profundizar en los imprescindibles vínculos comunitarios que necesitamos para afrontar esta crisis sanitaria, social y económica.

El reto, sin duda, es grande. Y en lo inmediato veremos, por ejemplo, cómo la planificación puede verse alterada por necesidades de ajuste presupuestario. De ahí que el diálogo y la gestión de las expectativas serán fundamentales para entrar en un nuevo escenario más incierto y vulnerable, en el que los criterios de racionalización y eficiencia económicas habrán de tenerse más en cuenta, al menos en los próximos meses.

 

¿Dónde está Getxo?

Este municipio se encuentra en la zona costera de la provincia de Bizkaia, en la comunidad autónoma del País Vasco, un enclave privilegiado por sus hermosas playas y singulares acantilados, y con una marcada tradición marina. 

Getxo está conformado por cinco barrios, cada uno de ellos con personalidad propia, que vertebran una localidad llena de contrastes en la que conviven 77,946 habitantes a lo largo de 11 kilómetros cuadrados.

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