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Transferencia Tecnológica para lograr municipios inteligentes
Transferencia Tecnológica para lograr municipios inteligentes

Transferencia Tecnológica para lograr Municipios Inteligentes

En virtud del desafío de adoptar el modelo Smart City, este artículo es un planteamiento de cómo pueden utilizar las autoridades municipales la metodología de Transferencia Tecnológica para democratizar el proceso de transformación en municipio inteligente. 

Una Smart City, nos dice el Banco Interamericano de Desarrollo en su documento de 2016, La Ruta hacia las Smart Cities, es “aquella en que se pone a las personas en el centro del desarrollo, incorpora las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la gestión urbana y utiliza estos elementos como herramientas para estimular el diseño de un gobierno que incluye la planificación colaborativa y la participación ciudadana. Al promover un desarrollo integrado y sostenible, las ciudades inteligentes se vuelven más innovadoras, competitivas, atractivas y resilientes, mejorando así las vidas”. 

Ahora bien, ¿consiste sólo en instrumentar Tecnologías de Información y Comunicación? Las autoridades municipales, igual que en todas las organizaciones, deben estimar la tecnología solamente como la plataforma que sostiene una amplia gama de desarrollos tecnológicos y gestión del conocimiento, dedicada a mejorar de forma continua todos los servicios que se prestan a la población. 

El municipio inteligente, integrando los ámbitos rural y urbano, será producto de la innovación tecnológica; ésta como la señalan Escorsa y Valls, consistente “esencialmente en introducir cambios técnicos en los procesos”.  Si a ello se agrega el componente digital, el reto es mayor porque deberá resolver cuestiones como derechos sociales, brecha digital, accesibilidad y competencias ciudadanas para la tecnología.

Por su parte, el Observatorio Virtual de Transferencia de Tecnología define este proceso como “el conjunto de acciones orientadas a facilitar el rendimiento comercial en el mercado de las capacidades investigadoras y los resultados de investigación de las actividades de I+D que realizan las universidades, institutos, centros de investigación y empresas”.

Adicionalmente, Jorge Luis Rojas Arce (2017) destaca que este proceso “es plenamente identificado para los resultados de la ejecución de un proyecto de innovación, pero también está presente durante la estructuración de un proyecto”.

La caja negra de la innovación

La disciplina de Transferencia Tecnológica es la caja negra de la innovación, pues su aplicación en el sector público permitiría construir municipios inteligentes. Para ello se propone considerar un modelo como el siguiente: 

1. Innovación abierta: sociedad – empresas – gobierno – academia – medio ambiente

En primer lugar, se identifican los actores del modelo de innovación para la transferencia de tecnología. Dado que es preciso priorizar la solución de las problemáticas de municipales, el primer actor es la sociedad. Por otro lado, el sistema productivo deberá adaptarse también al modelo Smart City  y las empresas son otro actor en este modelo.

Por sus atribuciones constitucionales y legales, el tercer actor es el gobierno con la capacidad de articular, facilitar y planear la Transferencia Tecnológica para el municipio. El cuarto actor son las instituciones de investigación y educación superior que, con su participación activa, pueden transformar el nuevo espacio público en un entorno inteligente.

Finalmente, el quinto elemento es el medio ambiente sustentable que hoy es sujeto de derechos y, por tanto, establece condiciones para dar sostenibilidad a la Transferencia Tecnológica. 

Es importante señalar que todos los actores asumen roles de proveedor, receptor o intermediarios. 

 2. Gestión del conocimiento e identificación de oportunidades tecnológicas

Consiste, a grandes rasgos, en el proceso de llevar de lo tácito a lo explícito (y viceversa) las operaciones del intelecto mediante las cuales se organizan las actividades personales y grupales para resolver problemas. 

Dicho proceso servirá a los actores del modelo de innovación para identificar las oportunidades tecnológicas y evaluar la viabilidad o el momento en que deben implementarse soluciones basadas en tecnología, principalmente digital. Además, involucrará al municipio con el campo de la propiedad intelectual, el conocimiento libre y el acceso al mismo.

3. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva

La unión de estos dos elementos permite detectar y proyectar la evolución de la tecnología, así como las soluciones que se aplican para resolver problemas y mejorar procesos en otros municipios o empresas. 

En este sentido, los municipios entran al campo de los estudios del arte y estado de la técnica para la toma de decisiones. 

4. Plan de Transferencia Tecnológica

Finalmente, deberán establecerse en los instrumentos de planeación los proyectos prioritarios para convertirse en municipio inteligente, estableciendo las necesidades tecnológicas, el mapa de desarrollo tecnológico, la modalidad de cooperación con empresas e instituciones, los mecanismos de transferencia y la propiedad intelectual.

5. Asimilación social

Los actores deben tomar en cuenta que la implementación del municipio inteligente será una práctica de largo plazo o no será. Es momento de dejar atrás la implementación tecnológica efímera, esa que funciona dos años y luego queda en el olvido. 

Si la convicción de ser una ciudad inteligente está en el principio y el fin del modelo, como de la visión del desarrollo municipal, ésta no será un programa político local, sino el equivalente a una política de Estado. 

Como reflexión final, lograr municipios inteligentes comienza desde una decisión política ciudadana y debe ser un consenso social. Para lograr su transformación no basta con implementar tecnología, se necesita de la Transferencia Tecnológica. ¿Estaremos de acuerdo en que el goce y disfrute de las ventajas del municipio inteligente sean para todos?

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