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Brandi Redd CC BY-SA

La “Innovocracia” daña al Sector Público

Tom Shack es el Contralor del estado de Massachusetts, en Estados Unidos. Con un perfil peculiar para esta posición, Shack estudió leyes, dio cursos de emprendedurismo en la universidad y fue asistente de fiscal de distrito. Al llegar a la Oficina de la Contraloría en 2015, de inmediato encontró un asunto que ha tratado de resolver desde entonces.

“Una de las cosas que  noté al llegar es que al trabajar para el gobierno hay una completa aversión al riesgo”, señala. “Tienes que ser capaz de manejar el riesgo y evitarlo cuando sea necesario”.

Este comportamiento detiene la innovación y el progreso. Shack y su equipo incluso han dado nombre a este fenómeno: “Innovocracia” que es un término que nombra la actitud de imponer una jaula burocrática a las ideas innovadoras, lo cual aniquila cualquier espíritu emprendedor asociado con las ideas de este tipo.

Pongamos como ejemplo la tecnología. Shack refiere la frustración que genera el típico camino que sigue la inversión en nuevos desarrollos o productos en TIC en gobierno.

“Históricamente, cuando tenemos compras grandes de tecnología, encontramos un grupo grande y difuso de gente que son empleados de gobierno. Si alguien toma una decisión y la compra falla en algún modo, aparecerán en la primer plana del periódico”, indica. “Así, tenemos un cuarto lleno de gente sentada alrededor de una mesa donde hay muchas personas a las cuales culpar si algo sale mal”.

Pero esta estrategia de toma de decisiones aversa al riesgo puede ser contraproducente. La compra de tecnología en gobierno puede tomar tanto tiempo entre estudios y debates, que al momento de la adquisición probablemente se obtenga tecnología obsoleta.

Para solucionar esto Shack ha optado por adquirir soluciones que requieran las menores modificaciones posibles para operar en el entorno, esto es, evitar los desarrollos a medida que generan procesos infinitos de toma de requerimientos, autorizaciones, y sobre todo, debates acerca de otros tantos temas. Las soluciones empaquetadas le han permitido acelerar procesos de implementación. Por supuesto que este enfoque genera restricciones y ocasiones modificaciones a procesos, pero comparando ventajas y desventajas, hay una estrategia ganadora.

“Poca gente está dispuesta a aceptar la responsabilidad del éxito, y más aún del fracaso, pero esto es para lo que la gente de Massachusetts me paga”, afirma Shack.

Este proceso de lanzar los dados de vez en cuando en los procesos de gobierno no está limitado, por supuesto, al ámbito tecnológico. “La intolerancia al riesgo se presenta también en los procesos de contratación de personal. Hemos desde hace muchos años, mantenido los mismo perfiles de puesto”, pero ¿qué sucede cuando hay recortes en ciertas áreas?, ¿o cuando el tsunami de jubilaciones llega y arrasa la capacidad del gobierno para cubrir estas posiciones vacantes?

“Una de las cosas que el gobierno no hace en el tema de recursos humanos es planear el futuro”, pero debería comenzar ya a hacerlo, señala el Contralor.

Debemos tomar los riesgos necesarios para ser un empleador posible, pero la aversión al riesgo ocasiona que se mantenga la idea de que el estado actual de las cosas está bien.

Con información de Governing.

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